Suelo pélvico en hombres

Qué es el suelo pélvico masculino

Hombres y mujeres tienen un espacio, llamado pelvis, que se encuentra unido a la cavidad abdominal y contiene los órganos de distintos sistemas: digestivo, recto y ano, y urinario, vejiga y uretra.

suelo pelvico masculino

Estas estructuras se apoyan en un conjunto de músculos, ligamentos, tejido conectivo y fascias que llamamos comúnmente suelo pélvico. Existen múltiples diferencias entre el suelo pélvico masculino y femenino, tanto estructurales (la pelvis masculina es más estrecha que la femenina) como anatómicas y fisiológicas, debido a la presencia del pene y próstata y a la ausencia del útero y vagina.

El suelo pélvico masculino lo podemos dividir en tres planos: superficial, medio o urogenital y profundo.

En el plano superficial encontramos los músculos:

  • Esfínter externo del ano.
  • Transverso superficial del periné.
  • Isquiocavernoso y bulboesponjoso, los cuales intervienen en la erección del pene.

En el plano urogenital o medio, la musculatura está situada en el triángulo anterior y tenemos:

  • Transverso profundo del periné, que además de sostener la próstata y la vejiga, con su contracción contribuye a mantener la erección del pene.
  • Esfínter externo de la uretra: rodea la uretra y cierra la porción membranosa del conducto.

Por último, en el plano profundo se encuentran:

  • Músculo elevador del ano, compuesto por tres fascículos: pubouretral, puborrectal y pubococcigeo. Es el músculo más extenso y el que tiene un mayor número de fibras tónicas de todo el suelo pélvico. Actúa como soporte de los órganos pélvicos, facilitando el cierre uretral y anal.
  • Músculo isquiococcígeo: atraviesa la cavidad pélvica, en posición dorsal respecto al elevador del ano, actuando como soporte pélvico.

partes suelo pelvico masculino

¿Por qué es importante cuidar nuestro suelo pélvico, aunque no tengamos síntomas?

Con la evolución del hombre y la bipedestación, la anatomía y función del cuerpo también han evolucionado con ella, llevando a un aumento de la presión intra abdominal y a que exista una mayor fuerza de empuje hacia abajo, debido al efecto de la gravedad.

Está presión ejercida de manera constante durante todo el día, ya debilita por sí sola el suelo pélvico. En muchas ocasiones, la existencia de malos hábitos o circunstancias personales agravan esta situación, como el levantamiento frecuente de pesos o cargas, sobrepeso o tos crónica. El debilitamiento del suelo pélvico se puede manifestar en forma de síntomas claros, aunque en muchas ocasiones estos son difíciles de discernir hasta que se hacen evidentes.

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Síntomas de un suelo pélvico debilitado

Antes de continuar, debes saber que en nuestra clínica de fisioterapia estamos especializados en el tratamiento de las diferentes patologías que afectan al suelo pélvico en los hombres. Los síntomas más habituales suelen ser:

  • Secuelas por prostatectomía.
  • Incontinencia urinaria, pérdidas de orina.
  • Incontinencia de gases, pérdida involuntaria de gases.
  • Incontinencia fecal, pérdida involuntaria de heces.
  • DPC: Dolor Pélvico Crónico por prostatitis crónica.
  • Disfunciones sexuales.
  • Disfunción eréctil.
  • Eyaculación precoz.
  • Dolor durante o post relaciones sexuales.

Ejercicios para fortalecer el suelo pélvico en hombres

organos suelo pelvico hombre

Los ejercicios que proponemos consisten en contraer los músculos del suelo pélvico (como si se quisiera cerrar el chorro de orina) y son un pequeño ejemplo de cómo podemos empezar a “despertar” esta musculatura y ser conscientes de ella.

El objetivo es ser capaz de contraer y relajar la musculatura del suelo pélvico. En primer lugar, empezaremos practicándolos en decúbito supino (tumbado boca arriba) hasta que lo dominemos, luego en sedestación (sentado) y bipedestación (de pie), y finalmente los integraremos en las actividades de la vida diaria.

Recomendamos una práctica de 3 veces al día, 10 repeticiones de cada ejercicio.

  • Paciente en decúbito supino, con las rodillas flexionadas, realiza una contracción del esfínter uretral y anal (como si quisiera cerrar el chorro de orina), dejando salir el aire por la boca. Mantenemos esta contracción entre 7 y 10 segundos. Hacemos diez repeticiones. Este es el ejercicio base que repetiremos adoptando otras posturas que incrementan su dificultad.
  • El mismo ejercicio, pero en posición de sentado. Como variable más avanzada, intentaremos levantar una rodilla, alternando las piernas.
  • De pie notaremos que nos costará un poco más mantener la contracción. Esto es debido a la fuerza de la gravedad. Es importante que dominemos esta postura.

 

Debemos especificar que este tipo de contracción NO se tiene que poner en práctica cuando se está orinando, ya que puede desencadenar molestias y complicaciones en la función miccional.

Del mismo modo, recomendamos ponerse en manos de un profesional sanitario si se tienen síntomas, se sospecha de su existencia o si se quiere prevenir su ocurrencia. El seguimiento por parte de un fisioterapeuta experto en suelo pélvico masculino es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados.

En nuestras clínicas, tras una primera valoración en consulta, donde exploramos tanto la parte abdominal como la pélvica, estipulamos un plan de tratamiento a corto-medio y largo plazo, que puede incluir tratamiento manual, instrumental, INDIBA y ejercicios.

Siempre ajustaremos los ejercicios al déficit muscular de cada paciente y/o a sus disfunciones.  De ese modo, evolucionaremos variando la fuerza, resistencia, velocidad de contracción y postura adoptada. Nuestro objetivo es acompañar y guiar al paciente en todo su proceso de rehabilitación de suelo pélvico masculino, situando en el centro sus necesidades y objetivos.

ÁNGELA VÍRSEDA GARCÍA

Fisioterapeuta colegiada Nº 8527 por el Ilustre Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid y Osteópata por la FBEO.