Lo más normal del mundo es tener dudas y sentirse inseguro antes de una primera visita al osteópata, pero debes saber que la consulta es muy parecida a la de cualquier otro profesional sanitario, sobre todo en nuestras clínicas, al ser todos los osteópatas también fisioterapeutas colegiados y titulados universitarios.
En primer lugar, el osteópata realizará una serie de preguntas sobre el motivo de consulta, sintomatología, historial médico y estilo de vida, con el fin de hacer una exploración y emitir un diagnóstico lo más preciso posible, lo que le permitirá llevar a cabo un tratamiento personalizado y eficaz.
Tras las preguntas iniciales, se llevará a cabo la exploración física, no solo en la zona de dolor sino en otras partes del cuerpo que puedan guardar relación.
En algunos casos, el osteópata puede necesitar que el paciente aporte pruebas diagnósticas como radiografías, ecografías o análisis, o que sospeche de la existencia de alguna patología donde la osteopatía pudiera estar contraindicada. Es posible que el osteópata no inicie el tratamiento y derive a otros profesionales sanitarios si considera que puede ser más beneficioso para el paciente.
Cuando disponga de toda la información y resultados, el osteópata emitirá un diagnóstico y creará un plan de tratamiento, iniciándolo ya en la primera consulta.
Por último, el osteópata dará unas pautas al paciente de aplicación en su vida diaria. Del mismo modo, también puede recomendar la realización de ejercicios, proporcionando hojas de ejercicios personalizadas que describen de forma detallada su correcta ejecución.
Tras la primera sesión, en cada sesión de tratamiento adicional se reevaluará y verificará el grado de aceptación de los tejidos a las técnicas que se han realizado, modulando el tratamiento en función de los resultados.