DRENAJE LINFÁTICO MANUAL TRAS UNA OPERACIÓN DE LIPEDEMA

Someterse a una operación de lipedema es un acontecimiento de gran relevancia que debe sopesarse adecuadamente. Debemos valorar, con calma, los pros y los contras, además de ser plenamente conscientes de cómo nos vamos a encontrar y qué resultados podemos esperar en el corto, medio y largo plazo.

La decisión más importante será, sin duda, la elección del cirujano, cirujana, hospital o equipo médico. Esto no debería constituir un impedimento para pensar, al mismo tiempo, en las etapas posteriores a la intervención quirúrgica, ya que su influencia sobre el resultado final, especialmente en todo lo referente a nuestra salud, será de gran relevancia. Los drenajes linfáticos manuales se incluyen en esa fase posterior, por lo que deberíamos ser igual de exigentes en la selección del centro, clínica o fisioterapeuta que los realice.

Nuestra recomendación principal, por encima de cualquier otra, es que nos pongamos siempre en manos de profesionales sanitarios colegiados especializados, que cuenten con amplia experiencia y que realicen las intervenciones y tratamientos en centros sanitarios autorizados por las autoridades competentes.

Lipedema tipos

Qué hacer después de la operación de lipedema

Tras la intervención, el cirujano pautará o recomendará drenajes linfáticos manuales postoperatorios para asegurar un mejor resultado y minimizar el riesgo de complicaciones, como seromas, fibrosis y anquilosis. Es importante obtener esa recomendación -en caso de no hacerlo, la solicitaremos-, sobre todo para determinar cuándo comenzar con los drenajes y con qué frecuencia realizarlos

Lo habitual será pautar sesiones diarias los primeros quince días tras recibir el alta, o al menos tres o cuatro por semana, pasando a recibirlos, a partir de esa fecha, en días alternos hasta completar el mes. Además, se suele recomendar un mantenimiento durante los siguientes meses, dependiendo de la evolución de la paciente, hasta finalizar el tratamiento postquirúrgico. Que sea habitual no significa que sea de aplicación para todo el mundo, por eso siempre recomendamos que profesionales sanitarios especializados determinen el mejor tratamiento posible según la valoración de cada caso.

Aunque varía mucho según la zona, el tipo de operación y el estado de salud de la paciente antes de la cirugía, en los primeros drenajes se suele acudir a consulta con alta sensibilidad al dolor, sangrados y hematomas (los hematomas son muy frecuentes y tienden a resolverse progresivamente durante las semanas siguientes al alta médica). De hecho, es normal que las primeras sesiones se vean condicionadas por el dolor que presente la paciente. Es muy importante ser estricto en el cumplimiento de la frecuencia pautada por el médico, por eso el fisioterapeuta no debe dudar en adecuarse al máximo a la sensibilidad de cada persona, llegando incluso a hacer los drenajes manuales con las medias puestas.

Las medias de compresión, precisamente, serán una parte fundamental tras la operación. Su uso será intensivo casi las veinticuatro horas al día durante los días posteriores, hasta ir progresivamente liberándolas. Cabe destacar que no servirán las mismas medias que se usaron antes de la operación debido a la reducción de volumen logrado.

Medias compresion lipedema

Cómo son las sesiones de drenaje linfático postoperatorio de lipedema

En primer lugar, la fisioterapeuta especializada suele realizar una valoración inicial para determinar el grado de inflamación, dolor y sangrado, entre otros aspectos, así como una revisión de los informes médicos que se entreguen. De esta forma, podrá adecuar el tratamiento a las necesidades y estado de la paciente. En caso de duda, deberá contactar con el equipo médico que practicó la intervención o con el equipo encargado de seguir su evolución.

Respecto a su duración, se suele realizar un drenaje linfático manual intensivo en las zonas intervenidas durante una hora, aunque prevalecerá más la calidad que la cantidad de tiempo empleado. Es posible que, en las primeras sesiones, parte de la sesión se emplee en ayudar a retirar y volver a poner las medias de compresión correctamente, ya que la paciente suele presentar dolor y/o sensibilidad, siendo difícil que las coloque sin ayuda. Por consiguiente, es muy recomendable que las pacientes lleven a la clínica el material necesario para facilitar la colocación de las medias, como calzador y guantes.

Nuestro tratamiento se basa en los métodos Vodder y Leduc, con adaptaciones específicas, según la evidencia científica, a los postoperatorios de Lipedema. Todo profesional debe trabajar de forma totalmente personalizada y de acuerdo a los resultados y evidencias de la valoración inicial, adaptando el tratamiento a la evolución del caso. Como ya hemos comentado, lo principal será siempre ponerse en manos de fisioterapeutas colegiadas y especializadas en esta patología. 

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Las técnicas empleadas en el drenaje linfático manual son suaves y no dolorosas, aunque siempre dependerá del umbral de cada persona. Aun así, las sesiones suelen ser generalmente agradables y cómodas, incluso llegan a suponer un alivio, para las pacientes. También puede integrarse, previa evaluación sanitaria, el uso de radiofrecuencia tipo Indiba para ayudar a reducir la inflamación, pero no en las sesiones inmediatamente posteriores a la operación.

Leticia Martínez Escribá

Fisioterapeuta colegiada Nº 9005 por el Ilustre Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid. Fisioterapeuta por la Universidad CEU Cardenal Herrera y Osteópata por la Universidad de Alcalá UAH.